Las propiedades beneficiosas de la vitamina en nuestra piel son bien conocidas, una correcta alimentación, rica en alimentos definidos «Naranja» ( melones, zanahorias..) nos garantizan una cobertura adecuada de esta vitamina. La forma activa de la vitamina A es la forma ácida (ácido retinoico), mientras que la forma de alcohol de la vitamina A (retinol), de por sí no tiene actividad.
Nuestro cuerpo es capaz de transformar la vitamina A , en vitamina A ácida (el ácido retinoico ), dicha transformación no puede ser realizada por la piel en caso de que la mencionada vitamina se aplique como tal sobre su superficie. Este es el motivo por el cual las cremas de retinol, a parte de propiedades cosméticas (hidratación), no tienen otras acciones. En altas concentraciones, se puede usar para un peeling exfoliante. Asi pues, hablamos de una acción relacionada a la epidermis pero no podemos hablar de una acción dérmica como el ácido retinoico o su aldehído (retinaldeido)
El ácido retinoico, (se puede usar también el aldehído de vitamina A el retinaldeido) en cambio, si se aplica sobre la piel, en parte puede penetrar y alcanzar el núcleo de las células produciendo acciones de reprogramación de las actividades bioquímicas. Puede «reparar» las moléculas de ADN dañadas, permitiendo la recuperación de una síntesis adecuada de proteínas celulares (por ejemplo, el colágeno) con la consiguiente mejora de la matriz de la piel. Puede modular la renovación de la capa más superficial de la piel (epidermis) consiguiendo una suavidad y una reducción del espesor (efecto peeling). Puede ayudar a normalizar la producción excesiva de sebo. Además favorece la regularización de la actividad de los melanocitos, permitiendo una homogenización del color de la piel. Estas características terapéuticas permiten obtener efectos beneficios en todos las «capas» Cutáneas.
Dr. Guido Capparè
Clínica Lauderma Iasi